UANE se inundó de creatividad en el Día de Muertos: Un homenaje a la memoria y tradición

El Día de Muertos es una de las tradiciones más emblemáticas de México, una festividad que honra la memoria de los seres queridos que ya no están con nosotros, pero cuyo recuerdo sigue vivo en nuestras costumbres, colores y sabores. Este año, UANE celebró esta tradición de una manera muy especial, llenando sus diferentes campus de creatividad, arte y, sobre todo, de memoria.

La magia de los altares

En cada uno de los campus de UANE, estudiantes, docentes y personal administrativo se unieron para crear altares de muertos únicos, cargados de simbolismo y con un enfoque contemporáneo que reflejaba la riqueza de la cultura mexicana. La tradición del altar de muertos, con sus ofrendas, flores de cempasúchil, velas, calaveritas de azúcar, pan de muerto y retratos de los difuntos, se fusionó con la creatividad de nuestra comunidad universitaria.

Desde la decoración de las aulas hasta los pasillos, UANE se transformó en un verdadero homenaje visual, donde la memoria colectiva se expresó a través de las artes visuales, la música y las representaciones teatrales que los estudiantes presentaron durante los días de celebración.

Un evento de unión y aprendizaje

Más allá de la estética y las muestras de creatividad, esta actividad tuvo un profundo componente educativo. Los estudiantes tuvieron la oportunidad de aprender más sobre esta tradición ancestral, no solo desde una perspectiva cultural, sino también desde una óptica interdisciplinaria. Las distintas carreras de la universidad, desde las artes hasta las ciencias sociales, participaron activamente en la creación de estos altares y en la organización de charlas, conferencias y actividades que enriquecieron la experiencia de todos los asistentes.

Las aulas se convirtieron en espacios de reflexión y enseñanza, donde se discutieron los orígenes y los significados de las costumbres que rodean al Día de Muertos. Este tipo de actividades no solo fortalecen la identidad cultural de los estudiantes, sino que también los invita a pensar de manera crítica y creativa sobre las tradiciones que forman parte de nuestra historia y nuestro día a día.

La participación de la comunidad

Uno de los aspectos más destacados fue la participación de la comunidad UANE en la creación de los altares. Todos, desde estudiantes de distintas carreras hasta el personal administrativo, se sumaron con entusiasmo al diseño y montaje de las ofrendas. El trabajo en equipo fue fundamental, y cada altar reflejó no solo la dedicación, sino también el amor y respeto hacia la memoria de aquellos que ya no están.

Además, los estudiantes organizadores también invitaron a la comunidad local a participar y compartir sus propias memorias, creando un vínculo entre la universidad y su entorno. Las visitas a los altares fueron una oportunidad para conocer más sobre las historias de vida de las personas que formaron parte de la comunidad, creando un ambiente de cercanía, respeto y reconocimiento mutuo.

Un evento que conecta el pasado y el presente

Lo que hizo aún más especial este Día de Muertos en la UANE fue la manera en que se logró fusionar lo tradicional con lo moderno. El uso de tecnología, instalaciones interactivas y elementos de diseño innovadores aportó una dimensión contemporánea a la celebración. Algunos altares incorporaron proyecciones multimedia que contaban historias sobre los difuntos homenajeados, mientras que otros utilizaron arte digital para representar elementos de la cultura popular mexicana, como las famosas calaveras de José Guadalupe Posada.

Este enfoque innovador no solo permitió a los estudiantes conectar con el pasado, sino que también los motivó a pensar en nuevas formas de rendir homenaje a la memoria y la tradición. Fue una experiencia que no solo celebró el Día de Muertos, sino que también estimuló la creatividad y el pensamiento crítico de toda la comunidad UANE.

Conclusión

El Día de Muertos en UANE fue un recordatorio de que la memoria y la tradición siempre están vivas, especialmente cuando se les da espacio para ser reinterpretadas y revalorizadas. Los altares que adornaron nuestros campus no solo fueron una manifestación artística, sino también un acto de resistencia cultural que nos conecta con nuestras raíces y nos invita a recordar, honrar y celebrar la vida de aquellos que han partido.

Este evento demostró que la creatividad de nuestra comunidad universitaria no tiene límites y que, en UANE, cada día es una oportunidad para sumergirse en la riqueza de nuestra herencia cultural. Sin duda, este Día de Muertos quedará en la memoria de todos como un ejemplo de cómo la tradición y la innovación pueden ir de la mano para crear una experiencia única y significativa.